Más allá de algunas medidas tomadas por los organizadores y de la aparición de los medios de comunicación, el tenis, como la mayoría de los deportes, debe su masividad a los deportistas. Ellos fueron los pioneros que le abrieron las puertas a un nuevo público que no tenía simpatía por esta disciplina que siempre vivió bajo la sombra del futbol. Ellos marcaron un antes y un después en el tenis y en el mundo que lo consume. Uno a uno todas las personas y personajes que además de jugadores, fueron los profetas del tenis.Cuando el británico Mayor Wingfield patentó el deporte en 1874, su único objetivo era que la práctica del tenis pudiera desplazar al Crockett que en aquel entonces era el deporte más popular de las altas clases inglesas. Por eso, la historia de los profetas del tenis comienza en 1880, cuando el también británico William Renshaw se tomó en serio el deporte y ayudó a popularizarlo y hacerlo más atractivo con la introducción de la volea, un golpe que hizo mucho más rápido al juego. Renshaw además fue el primer gran tenista de la historia.
El tenis comenzó a ganar espectadores. Antes de que comenzara el siglo XIX, el deporte ya se practicaba en Europa, Estados Unidos, Australia y Sudáfrica entre otros países. A principios de 1910 el deporte ya era reconocido a nivel mundial pero siempre practicado por un sector reducido de la sociedad, fue en esos años cuando se ganó el nombre de “deporte blanco”.
Casi un siglo tuvo que pasar para que el tenis diera su salto de calidad. Fue en el año 1963 cuando un joven afroamericano que vivía en Richmond, Estados 
Unidos, empezaba a hacer ruido en el circuito profesional del tenis no sólo por sus excelentes condiciones tenísticas sino también por su condición de negro, algo que penosamente le significó una infinidad de trabas y problemas en el mundo del tenis. Ashe fue el primer tenista negro en conformar un equipo de Copa Davis, en Ganar un Grand Slam y sobre todo en ganarse el reconocimiento del público y dirigentes del tenis, lo que llevó a que el deporte tenga afinidad con el público negro y a que hoy en día los tenistas de esa tez no sean discriminados ni perjudicados por las personalidades del tenis. Ashe además tuvo una gran acción social luego de que adquirió SIDA durante una transfusión de sangre; Luchó contra las políticas de apartheid en Sudáfrica y creó el Arthur Ashe Institute for Urban Health que ayuda en la prevención de tratamientos inadecuados entre otras cosas. “Se que nunca me hubiera perdonado si hubiera elegido vivir sin reconocer que quizás, el regocijo puro de la vida viene al tratar de ayudar a otros” dijo alguna vez el tenista.
Pese a que Arthur Ashe siempre quiso que sea recordado por su contribución social más que por sus logros tenísticos, de no haber sido por él “el deporte blanco” jamás se hubiera abierto a una gran parte de la sociedad.
Unidos, empezaba a hacer ruido en el circuito profesional del tenis no sólo por sus excelentes condiciones tenísticas sino también por su condición de negro, algo que penosamente le significó una infinidad de trabas y problemas en el mundo del tenis. Ashe fue el primer tenista negro en conformar un equipo de Copa Davis, en Ganar un Grand Slam y sobre todo en ganarse el reconocimiento del público y dirigentes del tenis, lo que llevó a que el deporte tenga afinidad con el público negro y a que hoy en día los tenistas de esa tez no sean discriminados ni perjudicados por las personalidades del tenis. Ashe además tuvo una gran acción social luego de que adquirió SIDA durante una transfusión de sangre; Luchó contra las políticas de apartheid en Sudáfrica y creó el Arthur Ashe Institute for Urban Health que ayuda en la prevención de tratamientos inadecuados entre otras cosas. “Se que nunca me hubiera perdonado si hubiera elegido vivir sin reconocer que quizás, el regocijo puro de la vida viene al tratar de ayudar a otros” dijo alguna vez el tenista.Pese a que Arthur Ashe siempre quiso que sea recordado por su contribución social más que por sus logros tenísticos, de no haber sido por él “el deporte blanco” jamás se hubiera abierto a una gran parte de la sociedad.
En el caso de Latinoamérica el deporte se había instaurado a fines del siglo XIX con la llegada del sistema ferroviario impuesto por empresas Británicas. Sin embargo, no fue hasta principios de la década de 1970 que el mundo puso los ojossobre esta parte del continente. Se trataba de un muchacho oriundo de Mar del Plata que luego de sus grandes logros en el deporte no solo serviría de inspiración para miles de jóvenes sino que también cambiaría un estilo de vida, se trató de Guillermo Vilas. “Gracias, porque cuando vos eras el mejor del mundo puse una cancha de tenis como negocio y con las ganancias vivimos muy bien con mi familia” le dijo alguna vez una señora al mejor tenista que tuvo Argentina. En 1977, Vilas fue el mejor: Ganó 12 títulos incluidos 2 Grand Slam con victorias sobre los mejores del mundo como Björn Borg, sin embargo, la Asociación de tenistas Profesionales, ATP, no le concedió su meritorio numero uno del mundo, evidentemente por su condición de Latino, algo similar a lo que le sucedió a Ashe en sus comienzos.A pesar de todo, Vilas fue el profeta latino y gracias a él Sudamérica y sobre todo Argentina se ha convertido en una potencia mundial tenística.
El tenis ganaba referentes en casi todas las regiones del mundo, salvo en Asia, el continente más grande y poblado del mundo. Asia siempre mostró simpatía por el tenis, ya que es sede de varios torneos (entre ellos el Masters Cup, que reúne a los ocho mejores tenistas del mundo) pero no fue hasta 1988 en que el continente tuvo un referente que sirvió de inspiración para los tenistas asiáticos, que por cierto son muy pocos. Se trató de Michael Te Pei Chang y es el profeta más curioso del tenis ya que el tenista nació y vive en Estados Unidos, pero por ser hijo de padres orientales y por sus evidentes rasgos de esa parte del mundo, fue el público oriental quien más festejó que haya ganado el torneo de Roland Garros con sólo 17 años (record que nadie pudo igualar) y haya sido el numero dos del mundo. Hoy el circuito profesional se ve poblado por tenistas de todos los rincones del mundo, ellos deben gran parte de su carrera a los profetas del tenis: las “llaves” del tenis para el mundo.
